11/4/11

Desastre de nuclear de fukushima igualo al de chernobyl

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón decidió hoy elevar la gravedad del accidente nuclear de Fukushima de 5 al máximo de 7, con lo que lo equipara con el ocurrido en Chernóbil (Ucrania) en 1986.

El gobierno de Japón elevó hoy martes de cinco al máximo de siete en la Escala Internacional para Incidentes Nucleares (INES) el nivel de alerta nuclear por la situación en la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto y tsnuami del 11 de marzo.

La decisión se tomó luego de que la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial del gobierno determinó que la central atómica de Fukushima 1 emitió gran cantidad de sustancias radiactivas que constituyen amenazas a la salud humana y el medio ambiente en un gran área.

Hasta ahora sólo el accidente en Chernobyl, en 1986, había sido clasificado como nivel siete de la escala INES ((International Nuclear and Radiological Event Scale).

Las sustancias radiactivas liberadas en Fukushima alcanzan alrededor del diez por ciento de las de Chernobyl.

El nivel cinco declarado a mediados de marzo para el incidente en Fukushima era el mismo con el que se clasificó el accidente nuclear ocurrido en 1979 en Three Mile Island, en Estados Unidos. 
La agencia indicó que los reactores dañados desde el tsunami del 11 de marzo en la central nuclear de Fukushima Daiichi han estado liberando grandes cantidades de sustancias radiactivas al aire, que se corresponden con el nivel 7 fijado en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES).
No obstante, la agencia recordó que las emisiones radiactivas de la central de Fukushima son un 10 por ciento de las que se liberaron durante el accidente de Chernóbil, que se produjo cuando el reactor operaba a máxima capacidad, mientras en Japón las operaciones se habían detenido por el terremoto.
El portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama, dijo que, a diferencia de Chernóbil, en Fukushima el nivel de radiación, pese a ser alto, permite que los operarios trabajen en las instalaciones para estabilizar las cuatro unidades más dañadas.
Nishiyama insistió en que los dos accidentes -los únicos que han recibido la calificación 7 de INES- son diferentes, ya que en Chernóbil explotó el núcleo del reactor, mientras en Fukushima las detonaciones de hidrógeno afectaron al edificio externo de las unidades.
El aumento de la gravedad del accidente en la escala internacional está basado en los cálculos provisionales de la agencia nuclear japonesa, que ha detectado altas concentraciones de cesio y yodo radiactivo en la zona.
Según Nishiyama, las emisiones de yodo 131 desde el inicio de la crisis superan los 10.000 terabecquerel, por debajo de los cientos de miles de terabecquerel que se emitieron en Chernóbil (Ucrania).
El 18 de marzo, una semana después de el devastador tsunami, Japón elevó la gravedad en Fukushima de 4 al nivel de 5, que lo situaba al nivel del accidente de la central nuclear estadounidense de Three Miles Island en 1979.
Ayer lunes, el Gobierno decidió, además, que ampliará las zonas de evacuación a otras zonas fuera del perímetro de veinte kilómetros desde la central, entre ellas el pueblo de Iitate a cuarenta kilómetros de distancia.


6/4/11

Día mundial de la Salud - resistencia a los antimicrobianos

El problema de la resistencia a los antimicrobianos no es nuevo, pero se está volviendo cada vez más peligroso.

Son necesarias actuaciones urgentes y unificadas para evitar que regresemos a la era preantibiótica.

Con motivo del Día Mundial de la Salud 2011, la OMS hará un llamamiento a la acción para detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos mediante la adopción por todos los países de seis medidas de política para luchar contra dicha resistencia.

El problema de la resistencia a los antimicrobianos no es nuevo, pero se está volviendo cada vez más peligroso.

Son necesarias actuaciones urgentes y unificadas para evitar que regresemos a la era preantibiótica.

Con motivo del Día Mundial de la Salud 2011, la OMS hará un llamamiento a la acción para detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos mediante la adopción por todos los países de seis medidas de política para luchar contra dicha resistencia.

Urge actuar para salvaguardar el tratamiento con antibióticos

Día Mundial de la Salud 2011

Comunicado de prensa

6 DE ABRIL DE 2011 | GINEBRA - La resistencia a los antimicrobianos es cada vez más grave y muchas infecciones ya no se pueden curar fácilmente, lo que ocasiona un tratamiento prolongado y caro y un mayor riesgo de muerte, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Día Mundial de la Salud. Al amparo del tema «Combatamos la resistencia a los antimicrobianos», la OMS hace un llamado a los gobiernos, los profesionales de la salud, la industria, la sociedad civil y los pacientes para que actúen de manera urgente y coordinada a fin de aminorar la propagación de la resistencia, limitar sus repercusiones actuales y preservar los adelantos médicos para las generaciones futuras.

El mundo está a punto de quedarse sin estas curas milagrosas

«El mensaje de este Día Mundial de la Salud es fuerte y claro: el mundo está a punto de quedarse sin estas curas milagrosas», dijo la Directora General de la OMS, doctora Margaret Chan. «Mientras no se apliquen medidas correctivas y protectoras de carácter urgente, el mundo se encamina a una era posantibiótica en la que muchas infecciones comunes no tendrán cura y volverán a matar con toda su furia.»

Medidas para combatir la resistencia a los antimicrobianos

La OMS ha dado a conocer hoy una serie de pautas normativas con relación a las medidas que los gobiernos y sus aliados nacionales tienen que aplicar para combatir la resistencia a los antimicrobianos. Las recomendaciones de la OMS son las siguientes:

formular y poner en práctica un plan nacional integral y con financiación suficiente;
fortalecer la capacidad en materia de vigilancia de enfermedades y laboratorio clínico;
procurar el acceso constante a medicamentos esenciales de buena calidad;
regular y promover el uso correcto de los medicamentos;
mejorar las actividades de prevención y control de las infecciones;
fomentar la innovación y la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas.
El descubrimiento y la utilización de los antimicrobianos para tratar enfermedades como la lepra, la tuberculosis, la gonorrea y la sífilis cambiaron el curso de la historia no solo de la medicina sino de la propia humanidad. Ahora, como consecuencia del alto grado de resistencia a estos medicamentos, esos descubrimientos y las generaciones de fármacos a que dieron lugar están en peligro.

La resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno natural por el cual los microorganismos se vuelven resistentes al efecto de los medicamentos que deberían destruirlos. Con el paso de las sucesivas generaciones, el microorganismo portador del gen de la resistencia se vuelve cada vez más dominante hasta que el medicamento resulta absolutamente ineficaz. El uso inadecuado de los medicamentos antiinfecciosos —por subutilización, uso indebido o uso incorrecto— propicia el surgimiento más rápido de la resistencia.

Farmacorresistencia contra varios tratamientos

El año pasado se notificaron por lo menos 440 000 casos nuevos de tuberculosis multirresistente, y la forma ultrarresistente de la enfermedad se ha observado en 69 países hasta la fecha. El parásito causante del paludismo se está volviendo resistente incluso a la generación más resistente de antipalúdicos. Por otro lado, cada vez hay menos opciones para tratar la gonorrea y la shigelosis causadas por cepas bacterianas resistentes. Las infecciones graves que se contraen en un hospital pueden causar la muerte porque resulta muy difícil tratarlas. Además, las cepas de microorganismos farmacorresistentes se propagan de un lugar a otro en el mundo tan interconectado de hoy. También esta apareciendo la resistencia a los antivíricos que se usan para tratar la infección por el VIH.

Se necesitan medidas urgentes

«En este Día Mundial de la Salud, la OMS está dando a conocer una serie de medidas de política para que todos, especialmente los gobiernos y sus sistemas de reglamentación farmacéutica, volvamos al camino correcto y apliquemos rápidamente las medias apropiadas», informó la doctora Chan. «Las tendencias son claras y ominosas. Si no actuamos hoy, no habrá cura mañana. En este momento en que el mundo sufre tantas calamidades, no podemos permitir que la pérdida de antibióticos esenciales —imprescindibles para curar a muchos millones de personas— se convierta en la siguiente crisis mundial.»

«En el último decenio, la OMS ha emprendido muchas iniciativas para estudiar la resistencia a los antimicrobianos y hacerle frente, particularmente en relación con algunas de las enfermedades más mortíferas en el mundo», explicó el doctor Mario Raviglione, Director del Departamento Alto a la Tuberculosis, de la OMS, quien ha tenido a su cargo los preparativos del Día Mundial de la Salud 2011. «Ha llegado el momento de fortalecer y aplicar urgentemente esas medidas contra muchas enfermedades y abarcando muchos sectores. Las nuevas alianzas, encabezadas por los gobiernos en colaboración con la sociedad civil y los profesionales de la salud, si son responsables, pueden frenar la amenaza que la farmacorresistencia plantea a la salud pública.»

Todos pueden contribuir

Si bien son los gobiernos quienes deben asumir la dirección y formular políticas nacionales para combatir la farmacorresistencia, los profesionales de la salud, la sociedad civil y otros grupos también pueden contribuir de manera destacada. Por ejemplo, médicos y farmacéuticos pueden prescribir y dispensar únicamente los medicamentos necesarios para tratar a un enfermo, en vez de darle automáticamente los medicamentos más novedosos o más conocidos. Por su parte, los pacientes pueden abstenerse de exigir a los médicos que les den antibióticos cuando estos no sean apropiados. Los profesionales de la salud pueden ayudar a reducir rápidamente la propagación de las infecciones en los centros asistenciales.

También es imprescindible la colaboración entre los profesionales de la salud humana y los de la sanidad animal, así como los del sector agropecuario, pues el uso de antibióticos en los piensos de los animales productores de alimentos contribuye a aumentar la farmacorresistencia. Aproximadamente la mitad de la producción actual de antibióticos se usa en el sector pecuario para promover el crecimiento y tratar a los animales enfermos. Los microbios farmacorresistentes que aparecen en los animales como consecuencia de ese uso masivo pueden pasar después a los seres humanos.

Los gobiernos y sus asociados tienen que colaborar estrechamente con la industria para alentar una mayor inversión en la investigación y desarrollo de nuevos métodos diagnósticos que permitan ayudar a tomar mejores decisiones, así como de nuevos medicamentos que sustituyan a los que acaban siendo inútiles por causa de la resistencia. Hoy por hoy, menos de un 5% de los productos que están en fase de investigación y desarrollo son antibióticos. Hacen falta sistemas innovadores de incentivos para estimular a la industria a que procure la obtención de nuevos antimicrobianos para el futuro.

Contactos para los medios de comunicación:
Glenn Thomas
Celular: +41 79 509 0677
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Iain Simpson
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Correo electrónico: iainsimpson.work@gmail.com

5/4/11

Radon y el cancer - OMS

Datos fundamentales



El radón ocupa el segundo lugar en la lista de las principales causas de cáncer pulmonar en muchos países.

Se calcula que el radón causa entre 3% y 14% de los cánceres pulmonares, lo que depende de la concentración promedio de este gas en cada país.

Las probabilidades de que el radón cause cáncer pulmonar en los fumadores son mucho mayores, y este gas es la causa principal de esta neoplasia maligna en quienes no fuman.

Los cánceres pulmonares causados por el radón no están vinculados con las concentraciones altas sino con las bajas y moderadas, debido al gran número de personas expuestas al gas en el interior de las viviendas, que es donde se alcanzan estas concentraciones.

Cuanto más baja es la concentración de radón en una vivienda, menor es el riesgo; sin embargo, no se conoce un umbral por debajo del cual la exposición a este gas no entrañe riesgo.

¿Qué es el radón?

El radón es un gas radioactivo inerte de origen natural; es inodoro, incoloro e insípido. Se produce por la desintegración radioactiva natural del uranio presente en las rocas y el suelo. El radón también puede encontrarse en el agua.


El radón se libera fácilmente del suelo al aire, donde se desintegra formando varios productos de breve duración que se conocen como descendientes del radón. A medida que estos se desintegran, emiten partículas alfa radioactivas y se adhieren a los aerosoles, el polvo y otras partículas suspendidas en el aire. Cuando respiramos, los descendientes del radón se depositan en las células del epitelio que reviste las vías respiratorias, donde las partículas alfa pueden dañar el ADN y, por lo tanto, causar cáncer pulmonar.


Por lo común, las concentraciones de radón al aire libre son muy bajas; por término medio, varían entre 5 y 15 Bq/m3. Por el contrario, en interiores las concentraciones son más altas y alcanzan el punto más elevado en lugares como minas, cavernas y plantas de tratamiento de aguas.


Los efectos del radón sobre la salud

En muchos países, el radón ocupa el segundo lugar entre las causas principales de cáncer pulmonar, solo superado por el tabaquismo. Se calcula que entre 3% y 14% de los cánceres pulmonares son atribuibles a este gas.


Se han observado efectos importantes del radón sobre la salud de los mineros del uranio, que están expuestos a concentraciones elevadas del gas. No obstante, estudios realizados en Europa, los Estados Unidos, el Canadá y China han confirmado que las concentraciones más bajas de radón, como las que puede haber en las viviendas, también entrañan riesgos para la salud y son un importante factor contribuyente en la aparición de cánceres pulmonares en todo el mundo (1, 2, 3).


Un aumento de la concentración de radón de 100 Bq/m3 aumenta 16% por 100 el riesgo de cáncer pulmonar. La relación dosis-respuesta es lineal, lo cual significa que el riesgo de cáncer pulmonar aumenta en proporción con el aumento de la exposición al radón. Hay muchas más probabilidades de que el radón cause cáncer en las personas que fuman.


El radón en las viviendas

La mayoría de las personas se exponen al radón sobre todo en las viviendas. La concentración del gas en las casas depende de lo siguiente:


la cantidad de uranio que contienen las rocas y el terreno subyacentes

las vías que el radón encuentra para introducirse en las viviendas

la tasa de intercambio del aire entre el interior y el exterior, que depende del tipo de construcción de la casa, los hábitos de ventilación de los moradores y el sellado de las ventanas.

El radón penetra en las casas:


por las grietas que se producen en la unión del piso con las paredes

por los huecos en el piso

por los pequeños poros que presentan las paredes construidas con bloques de hormigón huecos

por los sumideros y desagües

El radón suele alcanzar concentraciones más elevadas en los sótanos, bodegas y otras zonas estructurales en contacto directo con el terreno.


Las concentraciones de radón pueden variar entre casas adyacentes, y dentro de una misma casa de un día para otro e incluso de una hora para otra. A causa de estas fluctuaciones, el cálculo de la media de la concentración anual de radón en el aire de interiores exige medir las concentraciones durante al menos tres meses.


La mayor parte de los países han adoptado como punto de referencia una concentración de radón en el aire de interiores de 200 a 400 Bq/m3, por encima de la cual se deben aplicar medidas de mitigación.


Reducción del radón en las viviendas

Las concentraciones de radón en las viviendas pueden reducirse:


mejorando la ventilación de la casa

evitando que el radón se filtre desde el sótano hasta las habitaciones

aumentando la ventilación por debajo del piso de la casa

instalando en el sótano una bomba extractora de radón

sellando los pisos y las paredes

instalando un sistema de presurización positiva o de ventilación.

La protección contra el radón debe ser un factor a considerar cuando se construyen casas nuevas, sobre todo en zonas donde las concentraciones de este gas son elevadas. En Europa y los Estados Unidos, actualmente las nuevas edificaciones incorporan por sistema medidas protectoras. En algunos países, estas medidas son obligatorias. Los sistemas de mitigación pasiva han resultado capaces de reducir hasta en 50% las concentraciones de radón en interiores; se logran reducciones aún mayores cuando se agregan ventiladores que extraen este gas.


El radón en el agua potable

En muchos países, el agua potable proviene de fuentes subterráneas como manantiales o pozos, que normalmente tienen concentraciones mucho más altas de radón que el agua de superficie de ríos, arroyos y lagos.


En muchos países, se han llegado a medir concentraciones de radón de 20 Bq/l —en algunos casos, por encima de 100 Bq/l— en algunos sistemas de distribución de agua. Hasta la fecha, los estudios epidemiológicos no han comprobado que exista una relación entre la presencia de radón en el agua potable y el cáncer del aparato digestivo o de otras partes del organismo. La OMS, por medio de las guías para la calidad del agua potable que publica, recomienda medir repetidamente la concentración de radón si en el suministro de agua de beber esta cifra supera los 100 Bq/l.


Respuesta de la OMS

La OMS recomienda que los países echen a andar programas nacionales para disminuir el riesgo de la población relacionado con la exposición al nivel nacional promedio de radón, así como para reducir el riesgo de las personas expuestas a concentraciones elevadas. Se deben implantar códigos de edificación para reducir las concentraciones de radón en las casas que se construyen. Se recomienda una concentración nacional de referencia de 100 Bq/m3; pero si las condiciones que prevalecen en el país impiden alcanzar de momento dicha cifra, el valor de referencia no debe superar los 300 Bq/m3.


La OMS ha establecido el Proyecto Internacional contra el Radón (PIR), merced al cual más de treinta países se han asociado para elaborar y promover programas que reduzcan los efectos de este gas en la salud. El PIR se propone:


calcular los efectos que la exposición al radón de las viviendas produce en la salud de las personas en todo el mundo

elaborar estrategias eficaces para reducir dichos efectos

impulsar opciones de política sólidamente fundamentadas para establecer programas de prevención y mitigación

acrecentar la consciencia pública y política en torno a las consecuencias sanitarias de la exposición al radón

evaluar y monitorear las medidas de mitigación aplicadas para comprobar su eficacia.

En 2009, el Proyecto Internacional contra el Radón publicó la obra WHO handbook on indoor radon, a public health perspective, que ofrece recomendaciones y opciones normativas para reducir los riesgos sanitarios vinculados con la exposición al radón en las viviendas.


La OMS también ayuda a los Estados Miembros a calcular constantemente el número de cánceres pulmonares atribuibles a la exposición al radón, lo que permitirá cuantificar y monitorear los efectos sobre la salud de las futuras actividades de prevención y mitigación relacionadas con este gas.


Virus Hendra - OMS





Datos y cifras
El virus de Hendra puede causar enfermedades respiratorias y neurológicas mortales.
El virus de Hendra puede ser transmitido al hombre por los caballos.
El virus de Hendra puede provocar enfermedades graves, a veces mortales, en los caballos.
No hay ningún tratamiento ni vacuna disponible para las personas o los caballos.
Los murciélagos fruteros de la familia Pteropodidae son el huésped natural del virus de Hendra.
El virus de Hendra es un raro virus zoonótico (transmitido al hombre por animales) emergente que puede causar dolencias respiratorias y neurológicas, a veces mortales, en el ser humano. También puede afectar gravemente y matar a los caballos, lo que entraña pérdidas económicas considerables para los criadores de esos animales.

Bautizado originalmente como morbilivirus equino, el virus de Hendra pertenece al género Henipavirus, una nueva clase de virus de la familia Paramyxoviridae, y está muy relacionado con el virus Nipah.

Aunque solo ha causado unos cuantos brotes, el potencial del virus de Hendra para seguir propagándose y causar enfermedades y defunciones en las personas constituye un motivo de inquietud para la salud pública. Esa preocupación se ha acentuado a raíz de los brotes más recientes, pues los síntomas sufridos por los caballos han pasado a ser en buena parte neurológicos más que respiratorios. Esto lleva a pensar en una posible diversificación genética de la cepa, que podría desembocar en un virus más infectante.

Brotes
El virus de Hendra se identificó por primera vez en 1994 en un brote de infección respiratoria aguda que afectó a 21 caballos en Australia. Resultaron infectadas dos personas, una de las cuales falleció. Desde entonces ha habido otros diez brotes, todos en Australia, y en tres hubo casos humanos.

Transmisión
El virus de Hendra se transmite a las personas por contacto estrecho con caballos infectados o con sus líquidos corporales.

Hasta la fecha no se ha registrado ningún caso de transmisión entre personas del virus de Hendra.

Signos y síntomas
Las manifestaciones de la infección humana por el virus de Hendra varían desde un cuadro seudogripal leve hasta problemas respiratorios o neurológicos mortales. Los infectados presentan inicialmente fiebre, cefalea, mialgias (dolores musculares), dolor de garganta y tos seca. A veces presentan también adenopatías, letargo y vértigo.

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y el comienzo de los síntomas) es de cinco a 14 días. Hasta la fecha ha habido seis casos humanos confirmados, incluidas tres defunciones.

Uno de los fallecidos desarrolló neumonitis, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal y trombosis arterial, y murió de paro cardiaco.

Otro de los fallecidos desarrolló un cuadro neurológico inhabitual de carácter progresivo del que finalmente falleció. Inicialmente sufrió una inflamación cerebral (meningoencefalitis) leve, con dolor de garganta, cefalea, somnolencia, vómitos y rigidez de nuca. Tras el tratamiento con antibióticos, se recuperó totalmente, pero 13 meses después desarrolló signos de encefalitis que evolucionaron a coma y muerte.

Los tres infectados se recuperaron totalmente y no han sufrido secuelas ni recaídas.

Diagnóstico
La infección por virus de Hendra se puede diagnosticar mediante diferentes pruebas de laboratorio:

seroneutralización;
inmunosorción enzimática (ELISA);
reacción en cadena de la polimerasa (PCR);
inmunofluorescencia; y
aislamiento del virus en cultivos celulares.
Tratamiento
Actualmente no se dispone de ningún medicamento o vacuna para tratar la infección por virus de Hendra. La atención sintomática intensiva es la principal estrategia para manejar los casos humanos de infección.

Huésped natural del virus de Hendra
El murciélago frutero de la familia Pteropodidae –en particular la especie de la categoría Pteropu es el huésped natural del virus de Hendra. Aparentemente este no causa ninguna enfermedad en esos animales.

Se cree que la distribución geográfica de Henipavirus se solapa con la del género Pteropus, hipótesis que se ha visto reforzada por la detección de casos de infección por Henipavirus en murciélagos Pteropus de Australia, Bangladesh, Camboya, China, la India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Papua Nueva Guinea, Tailandia y Timor-Leste.

Recientemente se han hallado murciélagos fruteros africanos del género Eidolon, familia Pteropodidae, positivos para anticuerpos contra Nipah y Hendra, lo que indica que estos virus pueden encontrarse en las zonas geográficas habitadas por Pteropodidae en África.

El virus de Hendra en los caballlos
Entre los animales domésticos, el caballo es la única especie que puede verse infectada de forma natural por el virus de Hendra. La infección puede adoptar diversas formas desde un proceso asintomático hasta un síndrome respiratorio o neurológico mortal. En los casos mortales la enfermedad dura como media unos dos días.

Los síntomas de la infección equina por virus de Hendra no son notablemente distintos de los asociados a otras enfermedades respiratorias y neurológicas del ganado caballar. Se sospechará esa causa cuando haya también murciélagos en las proximidades, o bien casos humanos de síndrome de distrés respiratorio agudo o encefalitis. En general los brotes equinos de virus de Hendra se producen entre una y dos semanas antes que los casos humanos; la detección de esos brotes puede llevar a adoptar medidas preventivas para intentar evitar los brotes humanos.

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y el comienzo de los síntomas) en los caballos varía entre cinco y 16 días. La tasa de letalidad en esa especie es de alrededor de un 75%.

El paso del virus de Hendra de los murciélagos fruteros a la población caballar es infrecuente. La vía de transmisión más probable es la contaminación de los pastos o el forraje por líquidos de parto o tejidos fetales infectados de los murciélagos.

Prevención
Prevención de la transmisión equina
No hay ninguna vacuna contra el virus de Hendra. Se supone que la limpieza y desinfección sistemáticas de las caballerizas es una medida eficaz para prevenir la infección.

Si se sospecha un brote, las cuadras se someterán de inmediato a cuarentena. A veces es necesario sacrificar a los animales infectados –supervisando estrechamente su enterramiento o incineración- para reducir el riesgo de transmisión al hombre. La restricción o prohibición de los movimientos de los caballos de las cuadras infectadas a otras áreas también puede atenuar la propagación de la enfermedad. Como los casos humanos de infección por virus de Hendra se ven precedidos por brotes equinos de la enfermedad, el establecimiento de un sistema de vigilancia veterinaria que detecte los casos nuevos es fundamental para garantizar la alerta temprana de las autoridades veterinarias y de salud pública.

Reducir el riesgo de infección de las personas
A falta de una vacuna, la única manera de reducir los casos humanos es la sensibilización acerca de los factores de riesgo y la educación de la población sobre las medidas que pueden tomar para reducir la exposición al virus.

Los mensajes educativos de salud pública deben centrarse en lo siguiente.

Reducir el riesgo de transmisión de los caballos al ser humano. Siempre que se manipulen animales enfermos o sus tejidos, así como al realizar autopsias, se usará equipo de barrera como guantes, batas, mascarillas y protección ocular.
Reducir el riesgo de transmisión de los murciélagos a los caballos. Los abrevaderos y comederos para caballos deben reubicarse en zonas alejadas de las elegidas por los murciélagos para posarse o alimentarse.
Control de la infección en los entornos sanitarios
El personal sanitario que atienda a los pacientes con infección presunta o confirmada por el virus de Hendra o que maneje sus muestras deberá observar las precauciones habituales de control de las infecciones.

Las muestras obtenidas en personas o caballos con presunta infección por virus de Hendra deberán ser manejadas por personal debidamente preparado en laboratorios equipados al efecto.

 Nueva vacuna contra la meningitis para África

Diciembre de 2010



M. Berlier
En África puede haber unos 450 millones de personas en riesgo de contraer infecciones por meningococo del grupo A, la principal causa de meningitis epidémica. Todos los años, esta enfermedad mata a miles de personas. Cada 7 a 14 años el meningococo del grupo A produce grandes epidemias que tienen un efecto particularmente devastador en los niños y los adultos jóvenes. Generalmente, los casos más graves fallecen en las 24 a 48 horas siguientes a la aparición de los síntomas. Un 10% a 20% de los supervivientes sufren daños cerebrales, pérdida de audición o dificultades de aprendizaje.

En 2009, durante la epidemia estacional de meningitis que afectó gran parte del África subsahariana se contagiaron como mínimo 88 000 personas y murieron más de 5 000.

A finales de 2010, cuando todavía no habrá transcurrido un decenio desde el establecimiento del Proyecto Vacunas contra la Meningitis (una iniciativa conjunta de la OMS y el Programa de Tecnología Sanitaria Apropiada: PATH), las autoridades sanitarias nacionales de Burkina Faso, Malí y Níger, tres de los países más afectados, dispondrán de una nueva vacuna conjugada contra el meningococo del grupo A (MenAfriVac) con la que se espera ofrecer una protección a largo plazo a los niños de más de un año de edad a un precio asequible para África.

Este reportaje fotográfico plasma la historia de la nueva vacuna y destaca los factores que hicieron posible su desarrollo.

Dengue y dengue hemorrágico - oms





Nota descriptiva N° 117 
Marzo de 2009

Datos fundamentales

El dengue es una infección transmitida por mosquitos que causa una enfermedad grave similar a la gripe, y a veces una complicación potencialmente mortal denominada dengue hemorrágico.
La incidencia mundial del dengue ha aumentado de forma espectacular en los últimos decenios.
Aproximadamente un 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer la enfermedad.
El dengue aparece en las regiones de clima tropical y subtropical de todo el mundo, principalmente en zonas urbanas y semiurbanas.
El dengue hemorrágico es una causa importante de enfermedad grave y muerte en los niños de algunos países asiáticos.
No hay tratamiento específico para el dengue, pero una atención médica apropiada salva con frecuencia la vida de los pacientes con la forma más grave: el dengue hemorrágico.
La única manera de prevenir la transmisión del virus del dengue es la lucha contra los mosquitos que transmiten la enfermedad.
El dengue es una infección transmitida por mosquitos que en los últimos decenios se ha convertido en un importante problema de salud pública internacional. El dengue aparece en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, principalmente en zonas urbanas y semiurbanas.

El dengue hemorrágico (DH) es una complicación potencialmente mortal que se identificó por vez primera en los años cincuenta durante epidemias de dengue registradas en Filipinas y Tailandia. Hoy el DH afecta a la mayoría de los países asiáticos y se ha convertido en una importante causa de hospitalización y muerte en los niños de la región.

El dengue es causado por cuatro virus diferentes, pero estrechamente relacionados. Después de recuperarse de la infección por uno de ellos, el paciente adquiere inmunidad vitalicia contra ese virus, pero sólo una protección parcial y transitoria contra posteriores infecciones por los otros tres virus. Hay pruebas convincentes de que la infección secuencial aumenta el riesgo de contraer DH.

Carga mundial de dengue
La incidencia del dengue ha aumentado extraordinariamente en todo el mundo en los últimos decenios. Unos 2,5 mil millones de personas (dos quintos de la población mundial) corren el riesgo de contraer la enfermedad. La OMS calcula que cada año puede haber 50 millones de casos de dengue en todo el mundo.

Sólo en 2007 se notificaron más de 890 000 casos en las Américas, de los cuales 26 000 de DH.

La enfermedad es endémica en más de 100 países de África, las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. Las dos últimas son las regiones más afectadas. Antes de 1970 sólo nueve países habían sufrido epidemias de DH, cifra que en 1995 se había multiplicado por más de cuatro.

A medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, no sólo aumenta el número de casos, sino que se están produciendo brotes explosivos. En 2007, en Venezuela se notificaron más de 80 000 casos, entre ellos más de 6 000 de DH.

Otros datos estadísticos:

Durante las epidemias de dengue, las tasas de infección de las personas que no han estado expuestas anteriormente al virus suelen ser del 40% a 50%, pero pueden llegar al 80% a 90%.
Se calcula que cada año se producen unas 500 000 hospitalizaciones por DH, y una gran proporción de esos pacientes son niños. Aproximadamente un 2,5% de los afectados mueren.
Sin tratamiento adecuado, las tasas de letalidad del DH pueden superar el 20%. La ampliación del acceso a atención médica prestada por profesionales con conocimientos sobre el DH (médicos y enfermeros que conocen sus síntomas y saben cómo tratar sus efectos) puede reducir la tasa de mortalidad a menos del 1%.
La propagación del dengue se atribuye a la expansión de la distribución geográfica de los cuatro virus del dengue y sus mosquitos vectores, el más importante de los cuales es Aedes aegypti, una especie predominantemente urbana. El aumento rápido de las poblaciones urbanas de mosquitos está incrementando el número de personas en contacto con este vector, especialmente en zonas favorables a la reproducción de los mosquitos, como aquellas en las que es frecuente el almacenamiento doméstico de agua y no disponen de servicios adecuados de eliminación de residuos sólidos.

Transmisión

OMS/TDR/Stammers
Los virus del dengue se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos Aedes hembra infectivos. Los mosquitos suelen adquirir el virus mientras se alimentan de la sangre de una persona infectada. Tras la incubación del virus durante 8 a 10 días, un mosquito infectado es capaz de transmitir el virus para el resto de su vida durante la picadura y la alimentación. Los mosquitos hembra infectados también pueden transmitir el virus a su descendencia por vía transovárica (a través de los huevos), pero todavía no se ha definido el papel de este mecanismo en la transmisión del virus al ser humano.

Los seres humanos infectados son los principales portadores y multiplicadores del virus, sirviendo como fuente de virus para los mosquitos no infectados. El virus circula en la sangre de los seres humanos infectados durante 2 a 7 días, coincidiendo aproximadamente con el periodo febril; los mosquitos Aedes pueden adquirir el virus cuando se alimentan de un persona durante este período. Algunos estudios han revelado que los monos de ciertas zonas del mundo desempeñan una función similar en la transmisión.

Características
El dengue es una enfermedad grave similar a la gripe que afecta a los lactantes, los niños pequeños y los adultos, pero que raramente causa la muerte.

Las características clínicas del dengue varían según la edad del paciente. Los lactantes y niños pequeños pueden tener fiebre y erupciones cutáneas. Los niños mayores y los adultos pueden tener fiebre leve o la enfermedad invalidante clásica, de aparición brusca, con fiebre elevada, cefalea grave, dolores retrooculares, musculares y articulares, y erupciones cutáneas.

El DH es una complicación potencialmente mortal que se caracteriza por fiebre elevada, a menudo con hepatomegalia, y en casos graves con insuficiencia circulatoria. A menudo empieza con un aumento brusco de la temperatura acompañado de rubor facial y otros síntomas gripales. La fiebre suele durar 2 a 7 días y puede llegar a 41 ºC, acompañándose a veces de convulsiones y otras complicaciones.

En los casos de DH moderado, todos los síntomas y signos mejoran una vez que ha cedido la fiebre. En los casos graves, el estado del paciente puede deteriorarse súbitamente tras algunos días de fiebre; la temperatura desciende, aparecen signos de insuficiencia circulatoria, y el paciente puede entrar rápidamente en estado de choque, falleciendo en 12 a 24 horas, o recuperarse rápidamente tras un tratamiento médico apropiado.

Tratamiento
No hay tratamiento específico para el dengue.

En el DH, la atención médica prestada por médicos y enfermeros con experiencia sobre los efectos y la evolución de la fiebre hemorrágica puede salvar la vida del paciente, reduciendo la tasa de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. El mantenimiento de la volemia es fundamental en el tratamiento del DH.

Inmunización
Todavía no se ha aprobado ninguna vacuna contra el dengue. A pesar de algunos progresos, el desarrollo estas vacunas (para las formas tanto leves como graves) sigue siendo un reto.

La enfermedad puede ser causada por cuatro virus diferentes y la vacuna tiene que ser tetravalente, es decir, debe proporcionar protección frente a los cuatro virus.
Los conocimientos acerca de la patogénesis de la enfermedad y las respuestas inmunitarias protectoras son limitados.
El desarrollo y la evaluación clínica de las vacunas experimentales también se ven dificultados por la inexistencia de modelos animales
A pesar de estos desafíos, dos vacunas experimentales se encuentran ya en fase de evaluación clínica avanzada en países endémicos, mientras que varias otras están todavía en fases menos avanzadas de desarrollo. La Iniciativa OMS para la Investigación de Vacunas está prestando asesoramiento técnico y orientación al desarrollo y evaluación de las vacunas contra el dengue.

Prevención y control
Actualmente, el único método de controlar o prevenir la transmisión de los virus del dengue consiste en la lucha contra los vectores.

En Asia y las Américas, Aedes aegypti se reproduce principalmente en envases producidos por el hombre, tales como vasijas de barro, bidones metálicos y cisternas de hormigón utilizadas para el almacenamiento doméstico de agua, así como en envases alimentarios de plástico desechados, neumáticos de automóvil usados y otros objetos que acumulen agua de lluvia. En África el mosquito también se reproduce ampliamente en hábitats naturales como los agujeros de los árboles o las hojas.


OMS/TDR/Crump
En los últimos años, Aedes albopictus, un vector secundario del dengue en Asia, se ha establecido en los Estados Unidos de América, varios países de América Latina y el Caribe, y algunas zonas de Europa y África. La rápida propagación geográfica de esta especie se atribuye en gran parte al comercio internacional de neumáticos usados, que son un lugar de cría.

El control de los vectores se basa en la gestión del medio y los métodos químicos. La eliminación adecuada de los residuos sólidos y la mejora de las prácticas de almacenamiento de agua, entre ellas la cobertura de los envases para evitar que los mosquitos hembra pongan sus huevos, son medidas que deben fomentarse en los programas comunitarios.

La aplicación de los insecticidas apropiados a los hábitats larvarios, en particular aquellos que son útiles en los hogares, como las vasijas de almacenamiento de agua, evita la cría de mosquitos durante varias semanas, pero debe repetirse periódicamente. También se han utilizado con algún éxito pequeños peces y copépodos (crustáceos diminutos) que se comen los mosquitos.

Durante los brotes, las medidas urgentes de control de los vectores también pueden incluir la aplicación de insecticidas con fumigadores portátiles o montados en camiones o aviones. Sin embargo, el efecto insecticida es transitorio y de eficacia variable porque las gotículas de aerosol pueden no penetrar en microhábitats interiores donde hay mosquitos adultos secuestrados; además, el procedimiento es costoso y plantea dificultades operacionales. Para asegurar la elección apropiada de los productos químicos, es necesario un seguimiento regular de la sensibilidad de los vectores a los insecticidas más utilizados. Las medidas de control deben acompañarse de una monitorización y vigilancia activas de la población natural de mosquitos para determinar la eficacia del programa.